Noé salvando la fe 2

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Noé salvando la fe 2
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Capítulo 3

Noé salvando la fe

En la vida diaria a menudo podemos preguntarnos cómo discernir cuando Dios habla. ¿Cómo podemos estar seguros de que, efectivamente, es Dios? Un hombre afirmó que vio una vez las letras P. A. C. en el cielo, e interpretó que el significado de ellas era “Predique a Cristo” Pero cuando lo compartió con un amigo, lo que había visto el amigo le respondió: “Bueno, eso podría significar Ponte a correr.” Sí, en la vida cotidiana a veces nos preguntamos cómo discernir cuando Dios habla.

Cuando el Apóstol Pablo en su viaje misionero llegó a Troas, en una visión nocturna vio a un hombre que lo llamaba desde Macedonia con las palabras: “Ven a Macedonia y ayúdanos.” La Biblia dice que el grupo misionero comenzó de inmediato a hacer planes para ir a Macedonia. Todo lo que Pablo tenía era un impulso del Espíritu.

Tenemos una cierta ventaja sobre Pablo. Nuestro dilema es más simple. Tenemos la Biblia. Dios nos habla a través de la Biblia. Ahora bien, admito que ella no siempre aborda nuestro problema particular. Pero siempre podemos estar seguros de que Dios nunca dice contradicciones. Él no dice una palabra hoy, y otra palabra mañana. Pero a veces los ruidos de la sociedad hacen difícil para nosotros escuchar la voz de Dios.

Hace muchos, muchos años, un hombre vivía en situaciones mucho más difíciles de las que vivimos ahora. Su nombre era Noé. Hebreos capítulo 11, versículo 7, en el Nuevo Testamento y Génesis capítulo 6, versículos del 13 al 22, en el Antiguo Testamento, son la base de las Escrituras para esta meditación sobre la fe salvadora de Noé.

7. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

  1. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
  2. Hazte un arca de madera de ciprés; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
  3. Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
  4. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
  5. Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
  6. Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.

  1. Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
  2. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
  3. Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.
  4. Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.

Para entender mejor a Noé, necesitamos concentrarnos en varias de las RESPUESTAS más evidentes de Noé a su sociedad. Ellas nos ayudarán a actuar sobre nuestra fe.

NOÉ CREYÓ EN LO INVISIBLE. Dios le advirtió de cosas que aún no se veían. Todo el mundo de Noé estaba lleno de maldad y violencia, y Dios dijo: “He decidido poner fin a toda carne.” Y Noé creyó lo que Dios le dijo. Entonces Dios le dio un marco de tiempo, 120 años, (Génesis capítulo 6, versículo 3). Así que Noé creyó en lo invisible. Él le creyó a Dios.

La Biblia nos dice que él fue movido por el miedo. Ahora bien, ese no fue un miedo que lo hizo temblar. Ese no fue un miedo devastador. Ese fue un miedo, un temor y una reverencia piadosa, porque Dios le había advertido. Así que avanzó con un temor piadoso. Él creía en la justicia divina de Dios. Dios dijo: “He decidido poner fin a toda carne,” porque el mundo entero estaba lleno de inmoralidad y violencia. Y Noé le creyó a Dios. No había una evidencia visible. Todas las pruebas que Noé pudo ver estaban compuestas de maldad. Todo lo que tenía de información era la palabra de Dios. Dios le dijo que 120 años más tarde destruiría la tierra. Noé creyó en lo invisible.

No había caras sonrientes publicadas en avisos por todas partes que decían, “¡Dios le ama!” Sí, Dios le ama, pero recuerde esto, Dios también es justo. Él no tolerará el mal indefinidamente. Su santidad exige un juicio justo. Y Noé creyó en lo invisible.

Y entonces, ¿qué pasa con nosotros? ¿Estamos nosotros dispuestos a creer en la palabra de Dios? A menudo decimos: “Ver para creer.” Noé fue mucho más allá de eso. De hecho él cambió eso, le dio un giro. Para él era: “Creer es ver.” Realmente, gran parte de la vida es así, porque no podemos ver el futuro. El mañana está sellado para nuestra visión. Por lo tanto, lo animo a que sea como Noé en su respuesta a Dios y a creer en lo invisible. Acepte lo que Dios ha dicho. Avance con un temor piadoso. Amén.

NOÉ CONSTRUYÓ LO INCREÍBLE. El Señor le dijo que preparara un arca, un barco grande, en tierra firme. No había agua cerca. Además, no había llovido hasta entonces. Todo el proyecto era increíble. Parecía absolutamente ridículo, risible. Es muy probable que la gente de su época se burlara y se burlara de él, diciendo: “¡Ja! ¡Ja! Noé. Mira lo que está haciendo Noé.” Él no tenía un modelo. Todo lo que tenía era el plan de Dios. Y allí estaba él, construyendo lo increíble. Noé se mantuvo construyendo año tras año, pasó un año, pasaron dos años, diez años, veinte años, cien años, ciento veinte años.

Y los animales venían de dos en dos como se suponía que debían venir. Se han planteado algunas dudas sobre si el arca realmente podría albergar a los animales. Después de todo ¿cuántos podría albergar?

El Dr. Henry M. Morris en su libro, El registro del Genesis, página 181, nos da alguna reflexiones serias para ser consideradas. “Siendo muy conservador, asuma que un codo media solo 17,5 pulgadas (44,45 Centímetros), el más corto de todos los codos, como hasta ahora se conoce. En ese caso, el Arca tendría 438 pies (140 Metros) de largo, 72.9 pies (23 Metros) de ancho y 43.8 pies (14 Metros) de alto …

Con las dimensiones calculadas, la capacidad volumétrica total del Arca fue de aproximadamente 1.400.000 pies cúbicos, (39.643 Metros cúbicos) lo que equivale a la capacidad volumétrica de 522 vagones de ganado tamaño normal, como los que se utilizan en los ferrocarriles estadounidenses modernos. Se sabe que alrededor de 240 ovejas pueden ser transportadas en un vagón de ese tipo, un total de más de 125,000 ovejas podrían haber sido transportadas en el Arca.”

Bueno, ¿qué tan grande era el arca? Lo suficientemente grande como para lo que Dios la tenía destinada. ¿Usted se da cuenta de que Noe continuó construyendo lo que algunos dijeron que era algo totalmente increíble? Él debió haber sido la causa de risa del momento.

Piense de nuevo en algo, Noé no tenía pruebas tangibles en las cuales confiar. Él solamente tenía la palabra de Dios. Él continuó trabajando, construyendo un arca como nadie la había construido antes. Él cortó los árboles. Después a esa madera les dio las diferentes formas que necesitaba. Las vigas soportaban los pisos del arca.

Utilizó el alquitrán local para impermeabilizar el barco. Todos concluyeron que Noé construyó lo increíble.

Debemos aprender una valiosa lección de la respuesta de Noé, cuando Dios nos da instrucciones para emprender un proyecto, debemos hacerlo, inclusive cuando parece ser increíble.

NOÉ PASÓ POR ALTO LO INEVITABLE. El día que Dios había escogido, la lluvia comenzó a caer y las fuentes de las profundidades se abrieron. Nunca antes había ocurrido algo así antes ni ha ocurrido desde entonces. El agua se desbordó ese día. Toda la cubierta de vapor que había protegido la tierra de los dañinos rayos violetas del sol se soltó. Toda el agua atrapada bajo la corteza de la tierra se desprendió. Nada había sido así antes. Nada como eso ha sido así desde entonces.

Pero ahora piensa en esto. En el arca, Noé y su esposa, sus tres hijos y sus esposas, y todos los animales estaban a salvo. El juicio inevitable de Dios había llegado. Dios había dicho: “Voy a destruir la tierra con un diluvio,” y Dios hizo lo que dijo que iba a hacer.

Esa verdad debemos mantenerla constantemente delante de nosotros. Dios no habla insensateces. Regresamos al Dr. Henry M. Morris en su libro, El registro del Genesis, páginas de la 197 a la 198, “…en el último día, después de que terminaron los siete días, el día en que llegó el Diluvio, Noé y su familia ingresó al Arca. Eso evidenció su fe en la exactitud absoluta de la Palabra de Dios, sin apresurarse temerosamente al Arca antes de tiempo, ni presuntuosamente retrasarse más allá del tiempo anunciado. Una vez que todos estuvieron dentro, evidentemente Noé fue el último, ocurrió algo extraordinario. El Señor lo encerró. No está registrado cómo Él hizo esto, pero de alguna manera la puerta del Arca se cerró y se selló, sin la ayuda de manos humildes. Esto proporcionó a los ocupantes una seguridad final de que estaban bajo la voluntad de Dios y bajo Su protección.

El viejo mundo estuvo para siempre muerto para ellos desde ese momento en adelante. Su vida fue en adelante una nueva vida y ellos iban a vivir en un mundo nuevo. El Arca de seguridad soportó las batallas del Diluvio por ellos, mientras el Diluvio destruyó el trabajo de los impíos el cual de otra manera pronto los habría destruido.

A medida que las aguas avanzaban sobre la superficie, subiendo gradualmente para destruir y enterrar el viejo mundo, las mismas aguas llevaban el Arca y sus ocupantes muy por encima de la destrucción experimentada en la profundidad inferior. Por lo tanto, las aguas del juicio y la muerte también fueron aguas de limpieza y liberación.”

Sí, por supuesto, Noé pasó por alto lo inevitable. Dios diseñó para que Noé pudiera pasar por alto el juicio inevitable preparando el arca increíble por el hecho de que él creyó en lo invisible. Entonces Noé es el modelo de la fe salvadora. Sus respuestas nos dicen cómo funcionó todo.

Déjeme recordarle otra vez. Noé creyó en lo invisible. Noé construyó lo increíble. Noé pasó por alto lo inevitable. Así que se salvó a sí mismo, a su familia y a los animales. La fe de Noé fue la fe salvadora. Dios con la justicia santa destruyó el mundo de la época de Noé con un diluvio universal. Su justicia exige que Él castigue la inmoralidad y la violencia. ¡El Apóstol Pedro escribió que este mundo actual será destruido por el fuego! Segunda de Pedro capítulo 3, versículos del 1 al 7, en el Nuevo Testamento.

  1. Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento,
  2. para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles;
  3. sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,
  4. Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen, así como desde el principio de la creación.
  5. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,
  6. por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;
  7. pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

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