ESPERANZA SEGURA
SERIE: MATEO
TEMA: La Conducta Apropiada
CAPÍTULO: 16
Creo que todo el mundo ha establecido ciertas normas para vivir. Y esas normas tienen como objetivo vivir bien. Queremos tener, como lo expresé, una conducta apropiada. Aunque, muchas veces, no nos comportamos bien, como desearíamos actuar. A pesar de que hemos establecido ciertas normas para nosotros mismos, no llegamos a cumplirlas.
Aunque es mejor, tener normas, especialmente si son buenas normas, y fallar en cumplirlas a no tener ninguna en absoluto. Alguien lo dijo así: el crimen no es fallar en alcanzar las metas, el crimen es tener metas muy bajas. Piense en eso un poco: el crimen no es fallar en alcanzar las metas el crimen es tener metas muy bajas.
Por supuesto, no tenemos excusa si no fijamos altas nuestras normas. Puede ser que tengamos excusa si no fuéramos capaces de cumplirlas. Jesús definió las normas, las cuales son más de lo que podemos alcanzar por nosotros mismos, y ellas si nos llevan a una CONDUCTA APROPIADA. El consejo que Jesús dio en Mateo capítulo 5 versículos del 33 al 42 en el Nuevo Testamento, direcciona nuestra conducta para complacerlo a Él.
- Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos.
- Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios:
- ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
- Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
- Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
- Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
- Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
- y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
- y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
- Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Su ruta a la conducta apropiada debe ser establecida por estas DIRECTRICES que
Jesús nos dio en este texto.
ABSTENERSE DE JURAR es la dirección correcta para una vida honesta. En este texto perjurar, significa un falso juramento, un juramento que uno no tiene la intención de cumplir. Un voto al Señor debe mantenerse. El libro de Proverbios, en el Antiguo Testamento, nos dice que es mejor no hacer el voto que hacerlo y no cumplirlo. Así que el juramento para confirmar una acción se debe sopesar cuidadosamente y no
pronunciarlo a la ligera.
Los juramentos volubles son pecados. Jesús dijo que uno no debería jurar por el cielo, porque ese es el trono de Dios. ¡Uno no debería jurar por la tierra, porque ese es el estrado de Dio! Uno no debería jurar por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Yo creo que la referencia se hace por el hecho de que Jerusalén es la ciudad de Dios. Y uno no debería jurar por su propia cabeza, porque esa es la creación de Dios. Por lo tanto, las restricciones sobre las palabras de juramento son muy fuertes.
Uno no necesita el juramento si es honesto. Jesús dijo que nuestras respuestas deberían ser simplemente sí, sí o no, no. Cualquier cosa más que eso viene del mal.
La verdad establece, “Aquel a quien se le cree es al hombre cuya personalidad está más allá de la sospecha”. Muchas veces las personas cuya personalidad es dudosa tratarán de enfatizar con palabras adicionales lo que dicen. Jesús dijo que eso no es necesario. Si usted es una persona honesta todo lo que tiene que hacer es decir sí o no. Así que, la primera directiva que Jesús da es abstenerse de jurar, y cuando Él controla nuestras vidas nosotros podemos.
ABSTENERSE DE DURAS EXIGENCIAS es una buena dirección para vivir en
harmonía. He leído lo que Jesús dijo: “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.” ¿Qué significa eso? En el Antiguo Testamento en realidad eso ocurrió en Levítico 24:17-22. Esta es una sección de la ley que Dios dio a Moisés. “Asimismo el hombre que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte. El que hiere a algún animal ha de restituirlo, animal por animal. Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él. El que hiere algún animal ha de restituirlo; más el que hiere de muerte a un hombre, que muera. Un mismo estatuto tendréis para el extranjero, como para el natural; porque yo soy JEHOVÁ vuestro DIOS.”
Ahora queda claro por el contexto de esta sección que esta ley era para regular la forma en que los jueces iban a imponer las sentencias. Sin embargo, en la época de
Jesús fue mal utilizada para extraer de ella lo máximo posible, para obtener venganza. Entonces Jesús dijo: “No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” Revierta la demanda. No espere conseguir todo lo que posiblemente pueda. Absténgase de duras exigencias. Ahora, amigo, esto requiere más que habilidad natural. Naturalmente no estamos hechos de esa manera. Solamente a través de Jesús podemos responder adecuadamente.
RESPONDER CON SERVICIO EXTRA es la buena dirección para una vida útil.
Jesús le enseñó a usted a hacer más de lo que se requiere. Tanto es así, que si un hombre lo demanda ante la ley para quitarte la túnica, déjele su capa también. Y si alguien lo obliga a llevar una carga por una milla, cárguela dos millas.
Las aplicaciones directas de esto pueden ser difíciles de poner en práctica donde vivimos. Podemos decir que Jesús estaba enseñando que debemos ir más allá de lo que se espera de nosotros. Debemos responder con un servicio extra. Usted puede llamar a esto en religión más allá de la segunda milla. Haga más de lo que se le pide.
Entonces esté disponible. “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.” El límite es su habilidad. En algunos casos, la ayuda que la persona le puede pedir puede ser la que usted no puede proveer. Aquí Jesús no está siendo poco práctico, Él nos está enseñando cómo deberíamos responder. Nadie puede decir que esta directriz no funcionará hasta que se haya tratado. Jesús dice aquí que el camino para la conducta apropiada es responder con un servicio extra.
Estas directrices tienen que ver con el corazón de una conducta apropiada. El juramento tiene que ver con la sinceridad. La demanda tiene que ver con la caridad. Y el servicio tiene que ver con la generosidad. Si se siguen estas directrices lo van a llevar a una conducta apropiada. Mientras caminamos con Jesús, Él nos ayuda a llegar a una conducta apropiada.