SERIE: MATEO
CAPÍTULO: 13
Esta parte está en mi afirmación básica en la vida: existe la verdad absoluta. La verdad innegable sobresale de los hombres errados. La verdad con sus cualidades infalibles se mantiene con el Dios infalible. Entonces como gente errada necesitamos que se nos enseñe la verdad.
La verdad por su propia naturaleza no puede ser encontrada esencialmente en el corazón o la mente humana debido a las limitaciones de la mortalidad. Preferiblemente, debemos tener una conexión con Dios por algunos medios. Esto debe hacerse solamente cuando Dios abre la puerta para la comunicación, entonces esa conexión será establecida. Dios en quien reside la verdad y con quien se relaciona la verdad, ¿ha hecho algo para comunicarse con el hombre, para comunicarse con nosotros? La respuesta es SI, ¡Él lo ha hecho! Él ha roto el silencio. Él ha cruzado el abismo. Él ha comunicado la verdad con Su Santa Palabra, la Biblia.
La Biblia es más que un depósito de la verdad – ESA ES LA VERDAD. Déjenme explicar eso. La Biblia no simplemente contiene la verdad, la Biblia es la verdad. Jesús en su oración antes de su crucifixión lo dijo: “Tu Palabra es verdad.” El Salmista David 1.000 años antes de Cristo en su gran Salmo sobre la Palabra de Dios dijo: “Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos” Salmo 119:89.
A Isaías, el profeta evangelista se le dijo que clamara: “Secase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre” Isaías 40:8. Todos miramos la Palabra de Dios con seguridad y confianza.
Muchos libros han sido impresos, todo tipo de libros. Todos transmiten algunas ideas. Pero los libros antiguos son tesoros. Han sido bibliotecas encontradas por los arqueólogos en diferentes lugares. Ellos revelan mucho acerca del pensamiento y de la religión antigua.
Un libro antiguo está hoy en día con nosotros, habiendo llegado hasta nosotros a través de la historia. Ese libro es la Biblia, el Libro de Dios. Es todavía el más vendido entre los libros. En el evangelio de Mateo, capítulo 5, versículos del 17 al 20, en el Nuevo Testamento, aprendemos POR QUE LA BIBLIA ES EL MEJOR LIBRO.
17. No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
18. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
19. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
20. Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos
En estos versículos Jesús explica esas CUALIDADES de la Biblia que la hacen el mejor libro.
LA CALIDAD DE SU UNIDAD hace de la Biblia el mejor libro. Jesús se refería a la ley ya los profetas. La ley le fue dada a Moisés. Él fue especialmente seleccionado por el Señor Dios Todopoderoso para recibir la ley. Los Hijos de Israel salieron de Egipto hace muchos años al Monte Sinaí. La Biblia nos dice que Moisés subió a la montaña para recibir la ley de Dios. Lo que él recibió ha sido mantenido y preservado en nuestra Biblia, en Éxodo y Levítico, el segundo y tercer libro del Antiguo Testamento.
Esa ley es el sistema más grande que se ha escrito. En esa ley hay preceptos que tienen que ver con la relación del hombre con Dios, la relación del hombre con el hombre y la relación del hombre consigo mismo.
Después Jesús se refirió a los profetas, los hombres que hablaron por Dios lo que Él les había hablado a ellos. Cuando ellos se dirigían a la gente ellos estaban hablando en el nombre de Dios. Frecuentemente empezaban diciendo: “Vino a mí la palabra de JEHOVÁ.” Sus mensajes eran dirigidos sobre todo al pueblo de Israel y a sus vecinos. Dios tenía una palabra para los profetas de todos los pueblos. Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”
Ahora allí usted tienen la unidad de la Biblia: la ley, los profetas y Jesús. Su enseñanza es una continuación de la revelación de Dios.
Por lo tanto en la Biblia tenemos un gran libro. Más de cuarenta escritores fueron utilizados por el Señor para escribir la Biblia. El periodo para la escritura de la Biblia abarcó unos mil quinientos años. Y aún así hay una unidad a través de toda la Biblia. ¡Hay un tema! No hay otro libro como la Biblia. Es el mejor libro por la calidad de su unidad.
LA CALIDAD DE SU PRECISIÓN hace de la Biblia el mejor libro. Jesús dijo “ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.” No es difícil entender lo que Dios quiso decir con la jota y la tilde. En los idiomas originales de la Biblia hay marcas pequeñitas sobre las letras que hacen una gran diferencia.
El Apóstol Pablo en su carta a los Gálatas, capítulo 3, versículo 16, menciona la forma cuidadosa en la que la Biblia identifica la realidad “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” La diferencia está entre el singular simiente, y el plural, simientes. El Apóstol Pablo vio la importancia, la distinción muy cuidadosa y una precisión de la Biblia.
Jesús dijo que la Biblia duraría más que el cielo y la tierra, eso quiere decir que no puede ser destruida. Algunos hombres en el pasado han tratado de forzarla, han tratado de socavar su verdad, pero aún así se mantiene como un monumento eterno. El hombre puede ignorarla pero eso no la cambia. Ella es precisa y confiable.
LA CALIDAD DE SU CERTEZA hace de la Biblia el mejor libro. Jesús inclusive dijo que el mandamiento más pequeño es importante. Las personas que quebrantan el mandamiento más pequeño en la Biblia sufrirán las consecuencias. Es un asunto serio calificar los mandamientos de la Biblia y decir este no tiene importancia o aquel no tiene importancia. Jesús dijo cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos.
Es importante que tomemos la Biblia completa, desde el principio hasta el final. Ahora “cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.” Hay una recompensa para aquellos que toman fielmente la Biblia como es. Esto es cierto, podemos estar seguros acerca de esto.
Jesús dijo que al menos que nuestra justicia fuere mayor que la de los escribas y fariseos no entraríamos en el reino de los cielos. ¿Qué había en la justicia de los escribas y de los fariseos para que Jesús hiciera esta declaración? Ellos fueron las personas que hablaban sin hacerlo.
Tenían una voz alta, pero no tenían la verdadera acción para respaldarla. Por lo tanto, Jesús dijo, si ustedes hacen y enseñan los mandamientos, entonces usted será llamado grande en el reino de los cielos.
La Biblia es un gran libro. La obediencia a él trae su propia recompensa, aquí ahora y en lo sucesivo en el mundo que viene, después de la muerte. La Biblia es el mejor libro porque es cierto.
Vamos a repasar esas cualidades. La Biblia es el mejor libro por su unidad a un gran tema, su precisión hasta el detalle más pequeño y su certeza de estar aquí para siempre. Esta es la guía para la vida. Pero no le hace mucho bien al menos que usted la lea y obedezca. ¿Usted está haciendo eso?