SERIE: MATEO
CAPÍTULO: 12
Dios tiene propósitos, los cuales Él está llevando a cabo. El gran propósito de Dios es salvar personas como usted y como yo. La intención es que deberíamos creer en Jesucristo. Ahora el propósito de Dios para salvarnos es muy importante pero nuestra respuesta a ese propósito también es importante.
El propósito puede ser definido como el control global o total. De otra manera el propósito es el corazón de la materia, lo cual determina la dirección y el progreso.
Tenemos una gran oportunidad para definir nuestra dirección. No actuamos por instinto, actuamos por el intelecto. Dios nos ha dado este habilidad, pero también es nuestra solemne responsabilidad. Nadie nos puede privar de este derecho y nadie puede asumir esta responsabilidad por nosotros. Asegúrese de entender este hecho. ¡No hay manera de evitarlo! Lo que usted haga acerca de este derecho inalienable y como usted descargue su solemne responsabilidad no solamente determinará su dirección y progreso en la vida, sino también su destino en la vida— ¡donde usted termina! Por esa razón lo animo a definir su propósito con cuidado. No lo haga descuidadamente—al azar: tin marín de dos pingües. Es muy importante que usted haga las selecciones en la vida apropiadamente.
Nosotros no nacemos simplemente para pasar por la vida sin un propósito. Dios tiene una razón para nosotros. No somos como el agua que siempre busca el nivel más bajo. Es importante que aprendamos porque estamos aquí, y para donde vamos. ¿Hay alguna forma de aprender? Sí, hay una forma de aprender. Jesús nos enseñó lo que es más importante para nosotros. Él frecuentemente habló en parábolas y haciendo comparaciones. Una de ellas está en el Evangelio de Mateo, capítulo 5, versículos del 13 al 16, en el Nuevo Testamento.
13. Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
14. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
16. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Entonces, aquí, yo examino tres PALABRAS que Jesús utilizó para definir nuestro propósito en la vida.
LA PALABRA SAL es examinada por sus propiedades. La sal es esencial para la vida, para el hombre y los animales. En la antigüedad era usada como dinero. La gente comercializaba la sal como dinero. ¡Es el mineral más ampliamente distribuido sobre la tierra! Aprendí que en un año son extraídas 156.365.000 toneladas. Llevando esta cantidad a kilogramos se remonta a más de 190 mil millones de kilogramos extraídos en un año. Eso es más de cuarenta kilogramos, casi cien libras para cada hombre, mujer, niño o niña en el mundo.
La sal también es ampliamente utilizada. En la industria de los alimentos preserva las carnes y los vegetales. Es utilizada en el proceso de manufacturación de los metales, porque ayuda a que ciertos metales se fundan con mayor facilidad. La sal es utilizada en el proceso de ablandamiento del agua. La sal tiene un amplio uso. Es importante para el bienestar de la humanidad.
Note como lo explicó Jesús: “Vosotros sois la sal de la tierra.” Eso significa que somos tan importantes como la sal. La sal tiene un amplio uso. Pero ahora si la sal pierde su sabor, ¿para qué es buena? Es buena para nada. Es absolutamente inútil. Por lo tanto si la sal pierde su utilidad entonces es echada fuera y pisada por los hombres. No hay más nada que hacer con la sal sin sabor.
La declaración de Jesús es clara. Él dice cuando usted no es bueno para nada entonces espere ser echado fuera y pisado. Pero para usted hay una posibilidad de recuperación.
Al definir el propósito en la vida creo que es muy importante mirar cuidadosamente en su vida para que usted sea caracterizado como la sal, importante y útil de muchas y diferentes formas.
LA PALABRA LUZ tiene propiedades que debemos examinar. La enciclopedia nos informa que la luz no puede ser definida. Usted solamente puede decir luz. La luz es fundamental para el ambiente humano. No podemos vivir sin la luz. No podemos vivir en la oscuridad.
Hay dos propiedades particularidades de la luz que son importantes. Los especialistas nos dicen que es una forma de energía y que siempre está en movimiento. La luz transmite información de un lugar a otro. Tiene muchas propiedades que el ojo humano no puede ver.
La luz es muy importante. La Biblia nos dice en el libro del Génesis, en el Antiguo Testamento, que la primera cosa que Dios creó después que el mundo estaba hecho fue la luz. Y Dios dijo: “Sea la luz; y fue la luz.”
Mire a la forma como Jesús se refería a la luz. Él dijo: “Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” La luz puede ser rodeada pero no puede vencerse. En otras palabras, usted la puede contener. Por ejemplo, usted puede poner una vela debajo de un guacal o de una olla, y solamente dará luz debajo del guacal o de la olla. Usted puede circunscribir la luz pero no la puede vencer. Entonces, en vez de poner una vela debajo del guacal usted lo pone en el candelabro, y le dará luz tan lejos como pueda.
La palabra luz se enfoca en el propósito de transmitir información de un lugar a otro, un tipo de energía siempre en movimiento. Yo lo insto a mirar cuidadosamente para que su vida sea caracterizada por la luz.
LA PALABRA GLORIA tiene propiedades para ser examinada, Jesús la utilizó así: glorificar. En mi estudio bíblico me enteré que la palabra gloria primero fue utilizada para referirse a Dios—la gloria de Dios. Usted lee esto en Éxodo, cuando Moisés subió al monte Sinaí para recibir la ley de Dios. Usted se entera que la gloria de Dios estaba en la montaña y cuando Moisés bajo de la montaña su rostro resplandecía tanto que él tuvo que colocarse un velo en su rostro para que los Hijos de Israel pudieran verlo. Entonces la gloria tiene la propiedad de una luz intensa.
En el Evangelio se registra que Jesús fue transfigurado en el Monte Hermón delante de los tres discípulos, Pedro, Jacobo y Juan. La Biblia nos dice en el Evangelio de Mateo, capítulo 17, versículo 2, que su rostro resplandeció como el sol: “Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.” La gloria tiene la característica de la luz, al igual que el sol.
Ahora bien, Jesús también dio una explicación de eso. Él dijo, “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Sus obras deberían arrojar alguna luz sobre Dios. Ellas son para demostrar cómo es Dios. Ellas no son para ponerlo a usted en el escenario. Ellas son para poner a Dios en el escenario. ¡Gloria! Gloria es una palabra maravillosa que conecta a Dios y a la luz. Yo lo insto a mirar cuidadosamente para que en el futuro su vida demuestre la Gloria de Dios.
Estas tres palabras sal, luz y gloria deberían ayudarnos a encontrar el propósito en la vida. Cada una de ellas es muy importante para darle dirección a nuestras vidas. La sal es un mineral importante. La luz es un elemento importante. La gloria es un fin importante hacia al cual deberían moverse nuestras vidas. ¿Ha sido definido el propósito en su vida?